Los lustres metálicos para la decoración a tercer fuego son preparaciones orgánicas de varios metales con las que se pueden obtener varios colores y efectos. Se aplican sobre soportes esmaltados o vidriosos que ya se han sometido a otros ciclos de cocción, de ahí el nombre de «lustres para tercer fuego».
Después de la cocción, en una atmósfera oxidante, la película, de apenas unas pocas micras de espesor, cobra un aspecto brillante, reflectante y metálico que puede tener varios matices, según el metal que se utilice, pudiendo obtener varios colores y efectos y ampliar mucho las posibilidades estéticas del producto acabado. El aspecto metálico típico puede presentar iridiscencia y tendencia a la iridiscencia más o menos marcada, de hecho una de sus características es presentar propiedades diferentes en función de la luz a la que se expongan.
Hay lustres valiosos en varias formas: líquidos o en pasta, dependiendo del tipo de aplicación. Con los productos líquidos se pueden hacer aplicaciones manuales con pincel o con aerógrafo. Con los productos en pasta la aplicación más utilizada es la serigrafía. Por último, la cocción de productos a tercer fuego y también de lustres metálicos requiere una programación para evitar que se deforme la pieza debido a una temperatura excesiva. Descubra la gama completa.
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