El término «tercer fuego» se refiere a la cocción de un azulejo de cerámica que ya ha pasado por dos fases de cocción, la cocción del soporte o «bizcocho» y la cocción del esmalte.
Nació a finales de los setenta en el distrito cerámico de Sassuolo y se extendió rápidamente en todos los distritos cerámicos del mundo.
El «tercer fuego» hasta ahora ha cobrado mucha importancia; no solo se refiere a una técnica, sino que describe un sector específico de la industria cerámica. Hasta la fecha, no solo identifica los azulejos que ya han pasado por dos ciclos de cocción y que se someten a un nuevo proceso de cocción -de ahí tercer fuego- para las decoraciones realizadas posteriormente sobre superficies de vidrio, sino que también identifica los azulejos con una sola cocción, que han pasado por un solo ciclo de cocción -soporte y esmalte juntos- sobre los que se aplican lustres y decoraciones, y por tanto de recocido.
Con este tipo de decoración se pueden obtener resultados muy específicos. Colores con una gran capacidad de fusión que enriquecen estéticamente los productos cerámicos y garantizan la resistencia al uso diario.
La calidad del tercer fuego ha alcanzado niveles excepcionales gracias al conjunto de varios productos decorativos que se utilizan para dar un valor añadido a los productos: esmaltes, cristalinas, granillas, colorantes y lustres metálicos que se han estudiado expresamente para esta aplicación.
Muy importantes son los métodos de aplicación de estos productos, que pueden ser líquidos o en pasta, para aplicaciones con pincel, aerógrafo o serigrafía; también los ciclos de cocción deben programarse para evitar que se deforme la pieza debido a una temperatura excesiva.
Entre todas las aplicaciones de tercer fuego, sobre todo los lustres metálicos han ampliado mucho las posibilidades estéticas de la cerámica; su uso en la cerámica se remonta a tiempos antiguos, incluso al siglo IX d.C. en la antigua Persia, y extendiéndose más tarde hasta el siglo XVI en muchas regiones gracias a la intensificación del comercio. Esta técnica artística solo volvió a cobrar vida hacia mediados del siglo XIX y, más tarde con el desarrollo industrial, hasta el día de hoy en que el uso del lustre metálico se ha visto, además de la cerámica, extendido a otros sectores como el vidrio, el cristal, la porcelana y la cerámica industrial.
Entre los productos para tercer fuego Inco se encuentran: lustres, lustres ecológicos, imprimaciones y granillas.
